Fecha

viernes, 2 de diciembre de 2016

Jabalcuz


Panorámica del Cerro de Jabalcuz

Una clásica muy socorrida para los que viven en la capital o alrededores, es la subida a Jabalcúz (1.618 mts.) desde la urbanización Bellavista, eso sí, hay que asegurarse de que haga un día claro, de lo contrario desluce (es mi opinión) la subida.
Zigzagueando un poco hemos ganado altura. Llegados al cruce con el sendero de El Pincho, giramos a la izquierda por un carril que un poco mas adelante se convierte en un agradable sendero que compartimos con ciclistas que suben y bajan.
Transitamos por el tramo mas divertido de la ruta, un estrecho sendero pero en buenas condiciones por entre el bosque de coníferas.
Caminamos entre coníferas aunque otras especies nos indican que estamos en otoño. No obstante la subida con niebla por la misma cara se me antoja un poco anodina desde el punto de vista paisajístico.
Arces de montpellier, majuelos, cornicabras y otros arbustos van salpicando el camino con sus coloridos otoñales.
Hemos ganado suficiente altura,  y por entre la Cresta del Diablo se deja entrever el Castillo de Santa Catalina, antigua alcazaba árabe, hoy reconvertido en parador nacional.
Caminamos por la falda de lo que intuimos la cima, vemos el barranco del Reguchillo y la Cresta del Diablo frente a nosotros, el Castillo de Santa Catalina va desapareciendo tragado por la niebla como por efecto  de  fade-out.
Achicoria silvestre
Bco. del Reguchillo
Antes de llegar al Puerto del Aire comienza a llover y la niebla se va cerrando poco a poco, me temo lo peor. Llegados al cruce, cogemos el carril de subida a la caseta de Jabalcuz entre tinieblas, fue el orgullo el que siguió adelante, interés no había  por seguir, me lo dictaba mi cámara.
Lo peor se hizo patente en el último tramo de subida, una espesa niebla y un moderado viento restaron interés en la subida.
La  vuelta la hacemos por el mismo camino hasta el Puerto del Aire, desde aquí, volvemos por otro carril, carril que abandonamos por una vereda practicada por los ciclistas hasta enlazar de nuevo con el carril el cual abandonamos un poco mas adelante para seguir por la vereda ciclista hasta el Caserío del Huevo.
Una opción más cómoda es seguir el carril y 150 metros y dejarse caer por una hilada del olivar hasta el Caserío del Huevo.

C R O Q U I S


P E R F I L

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