Caldera del Tío Lobo

Sierra Mágina y Albanchez.  Izda., barranco arroyo de la Eruela

Descubrimiento de última hora de este precioso rincón serrano. Quería visitar un pueblo de la provincia y a la vez hacer una pequeña ruta, entre esta y el Adelfar de Cuadros estaba la cosa, al final me decidí por la Caldera del Tío Lobo y Albanchez, y acerté.

Acercándonos	Entranda Albanchez de Mágina
Inicio ruta	Fuente Siete Caños

Comenzamos junto a la Fuente de los Siete Caños, de donde parte un carril terrizo en dirección al cementerio local.

Serrezuela de Bédmar y Torcal desde mirador ctra. Torres

Pasamos varios cruces, aunque en el del cementerio me despisté y cogí la pista cementada en vez de pasar por la puerta del cementerio que hubiese sido lo correcto.
Tras otros dos cruces, llegamos al inicio del sendero propiamente dicho, que cruza el arroyo de la Eruela Alta, más pequeño que el de la Eruela que es nuestro destino.

Aunque hace un viento bastante incómodo, no se nos quitan las ganas de posar para la cámara en el mirador que da al barranco del arroyo de la Eruela e inmortalizar nuestro periplo.

Mirador, hacia el N.

Se nos presenta el arroyo de la Eruela, y al fondo, la cara norte del cerro Cárceles semicubierto de nubes y nieve.

Después del posado en el mirador descendemos hasta el cauce del arroyo de la Eruela, el cual habremos de remontar para llegar a nuestro objetivo, la Caldera del Tío Lobo.

Mirador, hacia el S.

Afortunadamente, o desgraciadamente, el arroyo no lleva mucha agua y los cruces del arroyo no tienen mayor complicación.

Faldeamos un primer tramo por la izquierda según nuestro sentido de la marcha hasta llegar a la zona de la primera cascada.

Primera cascada	Trepada Calderillas

Después de la primera cascada, otro par de cruces del arroyo, y 300 metros después llegamos a lo que llamo Calderillas (así viene identificado en el track que seguí), una cerrada en el arroyo que hay que remontar por el arroyo pequeño de la izquierda.

Calderillas (cerrada)

Para remontar este arroyo habrá que hacer una pequeña trepada de unos 5 o 6 metros, con mucho cuidado para no resbalar, salvamos el tranco rocoso por la izquierda para luego volver al arroyo principal.

Hay varios tramos cortos pero, con cierta complicación para personas no avezadas en el mundo del senderismo o que no tengan una buena condición física.

Dejamos atrás la cerrada de las Calderillas

Seguimos remontando el arroyo principal, el de la Eruela, ¡OJO! no confundirse en la cerrada de arroyo.
Varios cruces más del arroyo y algunos tramos  faldeando sobre todo por la margen izquierda con cierta complicación,  pues el sendero es una estrecha vereda de ganado.

El arroyo se va encajonando entre las laderas rocosas a la par que la maleza se va apoderando del cauce que nos lo hurta a la vista.

Algunos saltos de agua en nuestro recorrido nos acompañan, no los vemos pero los intuímos por el rumor del agua. Unos cientos de metros mas adelante aparece el paredón rocoso donde se halla la Caldera del Tío Lobo.
Otro de los puntos complicados del sendero, es el último cruce del arroyo, a escasos 200 metros de la Caldera y siguiente faldeo por la derecha, una ladera muy escarpada y con mucha piedra suelta. ¡Cuidado con esto!

Por entre una hendidura en el paredón, se desploma el arroyo hasta la poza del fondo. La Caldera del Tío Lobo, es una zona frondosa en la umbría del paredón, un salto de agua de unos 40 metros de altitud (calculo yo) y que en su proceso erosivo ha creado esta caldera, una cueva horadada en la piedra caliza y una poza en el fondo de la misma.

Una caldera misteriosa en un recóndito lugar de la sierra que si no fuera por el GPS, y las nuevas tecnologías, pasaría desapercibida para la mayoría de los mortales, pues el lugar es difícil de encontrar salvo para los lugareños.

La mañana ha ido aclarando, y aprovechando esta circunstancia, en nuestro camino de vuelta aprovechamos para repetir fotos en diferentes puntos del recorrido, sobre todo en la bella cerrada.

Cerrada. Izda. zona de trepada

Espléndidas vistas con el sol de la mañana de la cerrada (Calderillas) y del Albanchez bajo el manto protector del Aznaitín.

El coloso Aznaitín cobijando Albanchez de Mágina

Otro posado en el primer mirador antes de abandonar el sendero, con el castillo de Albanchez de protagonista, ¡imponente!

También hay tiempo para la botánica, un dragoncillo (Lamium amplexicaule). No vi nada más que reseñar, salvo algún (Taraxacum officinale).

Lamium amplexicaule

Vistas preciosas a la Serrezuela de Bedmar, el Torcal y el cerro Carluco que se hacen omnipresentes desde la mayor parte de la excursión.

Serrezuela de Bédmar, Torcal y Carluco

La vuelta la hacemos siguiendo el track marcado, pasando por la puerta del cementerio y finalizando en la Fuente de los Siete Caños.
Una ruta de 8 kilómetros para hacerla tranquilamente en una mañana, dependiendo del nivel físico de cada cual y del recreo que nos tomemos.

Nota:Tras realizar esta ruta de media jornada (acabamos sobre las 14:15 horas), comimos y pasamos la tarde visitando Albanchez con subida a su castillo (Alcazarejo) incluida.

C R O Q U I S

P E R F I L