Fecha

viernes, 2 de mayo de 2014

Laguna de la Hueta (Sierra de Segura)

Laguna de la Hueta y calar de Navalperal

Como continuación a la ruta a Navalperal en este día de excursión por las cercanías de Segura de la Sierra, os traigo esta encantadora laguna de La Hueta, desconocida por mí, no por no haberla visitado, sino, porque no tenía ninguna referencia sobre ella.
El caso es que la descubrí desde lo alto de Navalperal, así que una vez que bajamos de este calar y comimos, decidimos ir a visitarla -un paseo de unos dos kilómetros- y saciar nuestra curiosidad.
Carretera a Orcera y explanada
Carril inicio ruta
El romero en todo su explendor
Mirando hacia el inicio
En dirección a Segura de la Sierra desde Las Acebeas, nos encontramos un cruce a la derecha, una carretera estrecha que discurre por el valle de Linarejos -por la que llegamos por la mañana- hacia Orcera, un par de kilómetros después llegamos a la altura del carril de la laguna, en la explanada terriza dejamos el coche y nos encaminamos por el carril.
Pasamos en primera instancia por un romeral en plena floración, las abejas haciando su sabroso trabajo enormemente reconocido.
Los primeros metros son ascendentes un par de cientos de metros, y encontramos un cruce o bifurcación en el carril, aunque intuyo que a la izquierda puede ser el camino bueno, tomo el de la derecha para improvisar.
Laguna desde Navalperal
Laguna de la Hueta
Llevo el gps y eso me da seguridad para decidir cuando giro a la izquierda para ir al encuentro de la laguna y abandonar el carril. Después de unos trescientos metros, decido que es el momento puesto que el carril comienza a alejarse de mi objetivo, así que me desvío a la izquierda y me dejo caer por entre un pinar, en línea recta, el camino mas corto, y efectivamente salgo al centro de la laguna, no me esparaba ese paisaje, ¡precioso!.
 Recibe este nombre por encontrarse cerca de la pedanía homónima, perteneciente al municipio de Orcera. La laguna se forma sobre una capa arcillosa impermeable, sin llegar a tener emisario, aunque por debajo de la laguna varias surgencias forman el arroyo de la laguna, comentar que al no recibir agua de ningún emisario, en periódo estival queda completamente seca.
Vamos circundando la laguna, el croar de las ranas indica que el celo está  en todo su apogeo, el agua y el verdor de la hierba transmite quietud y frescor a partes iguales, me recuerda los ibones -lagos- pirenáicos, salvando las distancias, lástima que no abunden en esta magnífica sierra estas joyas lacustres.

Vértice de Navalperal
Desde la laguna, podemos contemplar el calar de Navalperal y el vértice geodésico, un gran escenario para descansar y contemplar. Recojo muestras de flora -con la cámara evidentemente- y después de un rato disfrutando del entorno nos marchamos -muy a pesar mio-, pero así son las cosas.
Nos vamos, otra vista
Peñalta
Salimos al claro
El regreso lo hacemos por el lado contrario por donde hemos llegado, el sendero se adivina entre la hierba, comenzamos a ascender, miro hacia atrás por última vez y fotografío al fondo Peñalta, altiva, sobresaliendo entre el pinar, hacia el norte. Cien metros mas adeante, encontramos unas rodadas que me indican que no me equivoqué en la primera apreciación de cual era el camino correcto, pero siempre me gusta curiosear por si acaso encuentro algo bonito -todo me parece bonito-, o hacer una ruta alternativa.
Rodadas
Saliendo al claro
Llegando al cruce (bifurcación)
Nos adentramos por el pinar y en pocos minutos volvemos a salir al claro, un poco mas adelante, llegamos al cruce. Al frente el calar de Navalperal, a nuestra derecha el Yelmo como referente, siempre presente en este día.

Últimas flores que fotografía antes de llegar al cruce de carriles, donde cogeremos a la derecha para encaminarnos hacia la carretera, pasando otra vez por el romeral que comenté al principio, teniendo como punto de referencia -como no- al Yelmo.
Bonito paseo por esta desconocida laguna de la Hueta que me sorprendió gratamente, aunque se que tiene los días de explendor contados con esta primavera (veraniega) implacable que estamos padeciendo.
Completando el paseo
La carretera, finalizando

CROQUIS:
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